miércoles, 21 de marzo de 2012

TARTA PARA EL DÍA DEL PADRE

Patricia me llamó con pocos días de antelación, pero como no esperaba tener demasiado lío en San José, pensamos en una tarta para celebrar el Día del Padre. Ella no tenía muy claro qué hacer, pero cuando le pregunté por alguna afición no dudó en comentarme que su padre adoraba la colombicultura y que criaba palomos deportivos.

Como tampoco contábamos con mucho tiempo para ponernos con delicados bocetos y complicadas decoraciones, le sugerí esta tarta. Y digo ésta, porque es tal cual la imaginé desde el primer minuto. Es una de las tartas que más he disfrutado haciendo, porque veía que la idea se plasmaba al milímetro sobre la tarta.


Para seguir con la costumbre, eligió bizcocho de vainilla relleno de ganaché de chocolate blanco y ganaché de chocolate con leche. Sí, está rico, pero tengo ganas de hacer otros sabores jejeje.

BRAZO DE GITANO DE FRESA

El día de San José es un día de muchas celebraciones en mi familia, pero seguramente la más señalada es el cumpleaños de David, mi marido. Como todos los años la celebración queda un poco deslucida por coincidir con las Fallas, este año le quise dar el gusto y le hice uno de sus postres favoritos: brazo de gitano relleno de nata con fresas.

No podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que David es de Huelva, de la tierra de las fresas. Licuamos medio kilo de fresas hasta quitar todas las pepitas y tener un puré. Luego montamos la nata, añadimos el azúcar y las fresas. Batimos un poco para homogeneizarlo todo y a rellenar la plancha de bizcocho. Para terminar, se espolvorea con azúcar glass y se coloca la decoración. En este caso, hice una combinación de jazmines y capullos de rosa en blanco y amarillo con pasta de azúcar especial para flores y quedó finísimo.

Pasamos un divertido día en familia, celebrando el cumpleaños de David, el santo de mi madre y de mi hermano, el día de los papás... Vamos, que dio mucho de sí. Como en casa hay alérgicos a la fresa, hice otro brazo relleno de ganaché de chocolate blanco, pero sin decoración ni nada.



TARTA POCOYÓ

Bien, pues si en la entrada anterior hablaba de que en ocasiones se sufre mucho con las tartas, éste es el vivo ejemplo de cómo una se puede llegar a complicar la vida de mala manera.

Cuando vinieron los papás de Neus a encargarme el pastel de su segundo cumpleaños, tenían muy claro que el personaje tenía que ser Pocoyó. Es raro, pero aún no había hecho ninguna del niño azul sin padres,. así que quise desmarcarme y no hacer la típica tarta redonda de uno o dos pisos con bolitas de colores y los personajes en lo alto. Así que me acordé del buen resultado que había dado la tarta de Doraemon y les sugerí hacer algo por el estilo, con Pocoyó sentado siendo la tarta y el resto de personajes a su alrededor.

Teníamos algo más de una semana por delante y tenía planeado hasta el más mínimo detalle de la tarta. Pero, claro, no esperaba que los planes cambiaran tanto, cuando llamaron del hospital para operar a mi marido el día antes de la entrega de la tarta. Así que ahí me tenéis, preparando las cosas para llevarnos al hospital, las cosas de los niños para ese día, la tarta a medio hacer... Un verdadero caos, con mi perfecto calendario echado a perder. Menos mal que las figuras las modelé un par de días antes para que secaran bien.

Qué cuadro de cocina, con las prisas no me daba tiempo de guardar las herramientas, los colorantes... Luego toda la casa llena de gente para ayudarme con mi recien operado marido, mi hijo nervioso, mi bebé de 11 meses pidiendo mami. Y cuando parecía que iba bien de tiempo para la entrega, el peso de la cabeza de Pocoyo hace que se cuartee el fondant de la cara. Horror!!!! Quedaba media hora para el cumple!!! Así que, siendo prácticos, le cambiamos la cara y listo. En la foto estaba tratando de solucionarlo.

Al final no quedó del todo mal, pero no me dio ni tiempo de hacerle una foto definitivamente acabada. Espero que os guste, porque a mi me dio un quebradero de cabeza terrible. En ocasiones, veo Pocoyós!!






Son varios bizcochos de vainilla, rellenos de ganaché de chocolate con leche y ganaché de chocolate blanco. Las extremidades son brazos de gitano rellenos de lo mismo, además de dulce de leche.

TARTA Y GALLETAS NARUTO

Por fin tengo un ratito para actualizar el blog, que parece que no hago nada... Es que entre el trabajo en la oficina y que los últimos trabajos de tartas han sido entre semana, no hay forma de sentarse tranquila frente al ordenador.

Desde el concurso de Creativa Dulce me siento con más ganas de hacer cosas nuevas. Creo que el hecho de hacer las cosas sin ponerme a nadie como referente, sino admirando el trabajo de muchos, hace que nazcan cosas distintas, originales, de estilo propio. Me encanta sentarme sola y dejarme llevar por la intuición. En otras ocasiones, cuando los pedidos son muy concretos, miro las imágenes y trato de geometrizarlas para partir de algo seguro hasta llegar a ser lo más fiel posible a la realidad.

Y, bueno, suele salir bien, aunque hay días en que algo se te resiste y el mundo se te viene encima cuando ves que el reloj vuela y que no le puedes arrancar minutos de prórroga.

Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda. En esta ocasión, mi amiga Ainhoa quería una tarta y unas galletas para sorprender a su sobrina Sabina. Así que me mandó la foto de sus tres peluches favoritos, que son personajes conocidos de manga. Naruto y Tobi de la serie Naruto, y Happy de Fairy Tail. Quería algo sencillito, pero como yo no sé hacer eso, me lié a modelar :D.

De esta tarta creo que me gusta todo, desde el color naranja potente, hasta el modelado, que me resultó agradable porque lo cogí con tiempo suficiente y no me hizo sufrir. Bueno, en honor a la verdad, el personaje de Tobi sí me dio un poco de trabajo, cuando al montarlo cedió un poco y me hizo una rajita en la capa negra. Pero como apenas se notaba, decidí no tocar nada por si acaso.



Y en cuanto a la tarta en sí, decir que quise probar una marca de fondant que a todo el mundo le va genial y que a mi me supuso un enorme fracaso. Al cubrir la tarta, se agrietó alrededor, por donde puse llamas (las puse por eso y al final me encantó el resultado). Así que sigo con mi fondant Norte, que no me falla nunca. Ya veremos cuando llegue el calor del veranito, porque es bastante blandito de por sí...

El bizcocho era de chocolate, relleno de ganaché de chocolate con leche y de sirope de fresa. Ésta es una de mis combinaciones favoritas, pero sólo apto para paladares dispuestos a probar sabores fuertes.

Y aquí os traigo las galletas, que a petición de Ainhoa son también de vainilla. Lo sé, la foto está al revés :S.

 Espero que os haya gustado esta entrada tanto como a mi.