TARTA MORTADELO Y COMO LE QUITÉ SU COMPLEJO DE TORRE DE PISA

¿A que es un personaje muy entrañable? Desde luego a mí me lo parece, además de ser un grandísimo entretenimiento para niños y no tan niños.

Esta tarta me la encargó Rosa para Marc, su marido, que cumplía años. A mi me encanta que me digan el tema y que me dejen el cómo a mi elección, porque se trabaja tan tranquila y con tanta ilusión... Ella quería una tarta de Mortadelo y yo hice esta tarta con tan sólo cuatro colores. Creo que quedó bien y que les gustó, así que... misión cumplida!

Y como no todo tienen que ser éxitos y no quiero que nadie piense que las cosas salen perfectas a la primera, os confesaré que en esta tarta que parece tan simple me encontré con un buen problema. Menudo calor hacía!!! Rosa quería que el bizcocho fuera arco-iris relleno de chocolate. Y no entiendo por qué motivo me costó horrores que los discos de colores encajaran, por no hablar de que combiné el ganache de chocolate con leche con un corte central de Nutella (para que no fuera tan monótona).
Y qué pudo pasar? Que la Nutella hacía que se movieran los discos de la tarta y la desequilibraran continuamente.
Cómo lo solucioné? Una vez rellena y cubierta (con ganache), la dejé como siempre en  la nevera mientras lloraba por los rincones incapaz de solucionar su complejo de Torre de Pisa... Unas horas más tarde, la saqué y gracias a que el frío endureció el conjunto, pude recortar hasta igualar. Después, mojando la espátula en agua caliente y usando un poco más de ganache, alisé la superficie y quedó prácticamente perfecta. Oh, bendita nevera y bendito tiempo!!!!

Hasta la próxima! No olvidéis dejar vuestro comentario...