Es la tarta de Meri, aunque en el título ponga que si Nimes, que si Londres... Y creo que era la tarta perfecta para ella. Que cómo lo sé? porque la conozco desde que tenía cuatro añitos y me pedía que le pusiera "Walker" y le calentara la leche en el "ecolondras". Pero, ¿a qué niña de cuatro años le gusta Chuck Norris?
Y ahora cumple dieciocho años y le hago la tarta a una adulta, a una chica guapísima, dulce y cariñosa. El tiempo pasa, amig@s, pero nos quedan preciosos recuerdos de las personas. Meri, felicidades, no sólo por esa mayoría de edad, sino también por esa sonrisa tan auténtica tuya, que nos mete a todos en el bolsillo.
Esta vez no quise experimentar y fui sobre seguro con un bizcocho de vainilla al aroma de brandy relleno de dulce de leche y de ganache de chocolate blanco. La tarta superior era falsa.
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